El Ayuntamiento de Barcelona ha
decidido dedicar una calle a Vicenç Albert Ballester i Camps, presunto inventor de la bandera
independentista catalana a principios del siglo pasado.
Al Sr
Albert, frustrada su carrera de marino, no se le conoce más dedicación que la
promoción del independentismo en Cataluña y del rencor al resto de España, sin
más obra que la conocida bandera y algunos artículos firmados bajo los pseudónimos de VIC (Visca la independencia de Catalunya) y VICME (Visca la independencia
de Catalunya i mori Espanya).
Sin
unanimidad, ni mucho menos, entre la sociedad catalana respecto de la
independencia, el Ayuntamiento no debería dejarse llevar por sus particulares pasiones
políticas, ya que estas no representan al conjunto de sus ciudadanos. Dedicar
una de las calles de nuestra ciudad a este violento personaje, que desea la
muerte para la patria de muchos de sus conciudadanos, es una grave ofensa para
todos ellos.
Ramón Copons
Barcelona